sábado, 27 de noviembre de 2010

CLAUDIO


Nos acordamos de Claudio, cómo le gustaba presumir de casa limpia y bailar ("que se me vaya quitando la ilusión del baile") y como, de repente, descubrió una nueva afición: mandar a la mierda a Serafín. Él siempre tan dulce parecía como si, en un momento, se quisiera liberar de toda esa educación y participar de la broma (cuando mandaba a la mierda, la carcajada era generalizada en el plató), era su momento de gloria: "¡Serafín, te vas a ir a la mierda!".


                            

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